Por Nervis Nava

“Todo es mente, el Universo es Mental”

El Kybalion

Conocer la naturaleza de la mente, es conocer  la naturaleza de todas las cosas. Sogyal Rimpoché

La Mente es uno de los temas más polémico y estudiado a través de la historia de la humanidad, sin que hasta la fecha se tenga una definición concreta;  ha sido enunciada por Hermes Trimegisto, como el primer principio en la formación del Universo. 

Ha sido objeto de investigación por parte de ocultistas, filósofos, religiones, etc.. y más recientemente de físicos y diversas categorías de científicos y sobre la cual se revela como “base universal” de la experiencia; creadora de la felicidad y del sufrimiento; y también creadora de lo que conocemos como la Vida y la Muerte.

En las enseñanzas tibetanas, se dice que la mente tiene numerosos aspectos pero solo resaltan dos: la mente ordinaria que posee un sentido de dualidad, que se aferra o rechaza lo externo; es la mente que piensa, hace planes, desea y manipula; crea emociones y pensamientos por los que se deja llevar y es presa incesante e incambiable de las influencias externas, vulnerable a las condiciones y vientos de las circunstancias;  luego se tiene la naturaleza misma de la mente,  de esencia íntima, que es siempre inmune al cambio y a la muerte, oculta dentro de la mente ordinaria; velada por el rápido ir de nuestros pensamientos y emociones; y es esa mente la que puede descubrirnos visiones relámpagos de su propia naturaleza, y es así porque la propia naturaleza de la mente,  es de por sí la raíz de la comprensión; es la conciencia pura y es al mismo tiempo inteligente, cognoscitiva, radiante y despierta; se puede decir que es el  conocimiento del propio conocimiento, y el conocer la naturaleza de la mente, es conocer la naturaleza de todas las cosas.

“Calma las aguas de tu mente y el Universo se reflejará en tu Alma” Rumí

Por qué resulta tan difícil concebir la profundidad de la naturaleza de la mente? Las enseñanzas explican que existen cuatro defectos que nos impiden comprender la naturaleza de la mente:

1. La naturaleza de la mente está demasiado próxima para que la reconozcamos. Así como no podemos ver nuestra propia cara, a la mente le resulta difícil contemplar su propia naturaleza.
2. Es demasiado profunda para que podamos penetrarla. No tenemos ni idea de lo profunda que puede ser.
3. Es demasiado fácil para que se pueda creer en ella.
4. Es en extremo maravillosa para que podamos contenerla. Su misma inmensidad es demasiado basta para nuestra estrecha manera de pensar.

Hasta ahora no se dispone de una información general sobre la naturaleza de la mente; escritores e intelectuales, apenas se refieren a ella y la mayoría de los científicos niega la posibilidad misma de su existencia; sin embargo, este es quizás el aspecto más oscuro e inquietante de la civilización moderna: la ignorancia y la represión de quienes somos en realidad.

Es innegable que la fuerza que ha movido siempre a la humanidad es el pensamiento, y aunque no siempre el hombre actúa de acuerdo con sus pensamientos, mayoritariamente  se obra como se piensa. La ambición, la avaricia,  el ansia de fama, poder y riquezas acompañado todo ello de una degradación en la escala de valores,  de alguna manera han pervertido la mente humana y han canalizado los logros del hombre hacia objetivos materialistas, hurtándole su paz interna, su alegría y su salud; y siendo como es, el pensamiento, la mayor fuerza del universo, aunque tengamos ciertos parámetros grabados en nuestro cerebro, como dice el Dr. Wayne Dyer “…el día que decidas que puedes… podrás”, si un día consideramos que debemos borrar y hacer “Reset” en nuestro disco duro, perfectamente lo podemos lograr…considerando también el hecho de que,  a través del desarrollo de nuestra vida, siempre hemos ido tomando decisiones, de acuerdo a nuestra línea de pensamiento en las diferentes etapas que nos ha tocado vivir.

Dentro de la capacidad del ser humano está la de  abrir su mente y dejar atrás tantos paradigmas que en términos generales le impiden ir más allá en la forma de visualizar e interpretar su  desarrollo dentro de su contexto y sobre todo en el aspecto Espiritual, “no religioso”,  que al cambiarlo, transformarlo  y aplicarlo, pueden llevarlo a trascender sus  propias barreras;  es así como una de las explicaciones la dio uno de los padres de la física cuántica, Max Planck, al declarar que detrás de la realidad física debe existir una mente consciente que le permita existir. Entonces, detrás de este infinito universo debe existir también una gigantesca mente consciente que le da vida y le permite existir materialmente.

 “Somos pensamientos en la mente de un gigante”

Jorge Luis Borges

En el corazón de todas las religiones se halla la certidumbre de que existe una verdad fundamental, y es que esta vida constituye una oportunidad sagrada para conocerla y evolucionar; entonces si el universo es mental  y todo depende de nuestro pensamiento, tenemos que  la primera tarea será aprender a “CONTROLAR EL PENSAMIENTO”;  y ya que el universo es Mental y responde a lo que elegimos pensar en cada momento, no existe nada aleatorio en la vida ; “TODO” lo que ocurre siempre está reflejando alguna pauta del pensamiento que llevamos dentro.

Una de las prácticas que más se recomienda en el camino de llegar a conocernos y a comprender la naturaleza de la mente, es la Meditación, que como explican y se refieren algunas corrientes, es la forma de traer la “Mente a casa”. 

En síntesis, «Todo lo que uno llegue a Creer de sí mismo es lo que va a ver reflejado en los demás». Si una persona se siente exitosa, merecedora y poseedora del éxito, entonces atraerá hacia sí misma situaciones y personas que reflejarán su Creencia. Lo mismo ocurre con las personas negativas que creen todo lo contrario.

Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela

09 de noviembre de 2019