GABRIEL ALMEIDA – EL CANDIL – AÑO V – N° 213.-
La obra titulada The Animal Farm fue escrita por el reconocido autor inglés Eric Arthur Blair (1903-1950), más conocido por su seudónimo «George Orwell», y es considerada uno de los grandes clásicos de la literatura mundial. Esta obra es ampliamente reconocida como una de las obras más importantes del siglo XX, habiendo sido catalogada por la prestigiosa revista Times como una de las 100 mejores novelas de todos los tiempos. Además, Rebelión en la granja ocupó el puesto 31 en la lista de las mejores novelas, compilada por la Biblioteca Morden.
El objetivo principal de este trabajo es la sátira de los regímenes autoritarios. Puede interpretarse como una crítica a la dirección que tomó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La narración comienza con la introducción de un cerdo anciano y sabio, conocido como «Mayor», que reúne a los animales y argumenta que están siendo explotados por el dueño de la granja, el Sr. Jones, y que la igualdad solo se puede lograr con el fin de este régimen de explotación impuesto por los humanos. Los animales están de acuerdo con los argumentos de Major y comienzan a cantar música a todo volumen, lo que finalmente despierta al Sr. Jones de su sueño. En respuesta, dispara su arma al aire, lo que hace que los animales se dispersen. Major muere esa noche, debido a su avanzada edad, pero no antes de haber despertado en los animales el sentimiento de justicia. Muchos interpretan que el cerdo Mayor es Vladimir Ilyich Ulianov, conocido como Lenin (1870-1924), o, tal vez, Karl Marx (1818-1883), o incluso un acrónimo de las dos figuras históricas.
Después de la muerte del cerdo Major, surgen dos «herederos intelectuales»: el cerdo Napoleón, que se considera una sátira del líder soviético Joseph Stalin (1878-1953), y el cerdo Snowball, posiblemente inspirado por León Trotsky (1879-1940). La elección del autor de cerdos para retratar a los intelectuales que lideraron la revolución tiene sentido, ya que los cerdos son ampliamente considerados como una de las especies más inteligentes del planeta.
Bajo el liderazgo de Napoleón y, sobre todo, Snowball, los animales comienzan una revolución para deponer al Sr. Jones y tener éxito en su rebelión. Después de la toma de posesión de la granja, los animales la renombran «Animal Farm» (título de la obra original en inglés) y Snowball escribe las siete reglas (leyes, mandamientos) de la granja de animales, que fueron ideadas por el cerdo Major:
«Todo lo que camina sobre dos piernas es el enemigo. Cualquier cosa que camine sobre cuatro patas, o tenga alas, es un amigo. Ningún animal usará ropa. Ningún animal dormirá en la cama. Ningún animal beberá alcohol. Ningún animal matará a otro animal. Todos los animales son iguales». (ORWELL, 2015, p. 17)
La administración de la granja fue dirigida principalmente por Snowball, quien logró repeler el intento del Sr. Jones y sus aliados de recuperar la granja en una gran batalla. Los animales vivían en relativa igualdad y se seguían los mandamientos establecidos. Aunque Napoleón y Bola de Nieve lideraban la granja, ambos a menudo se enfrentaban, posiblemente debido a la envidia de Napoleón por Bola de Nieve. Las tensiones llegaron al punto en que Napoleón usó perros que había entrenado para perseguir y expulsar a Snowball de la granja. Después de la fuga de Snowball, la granja fue dirigida únicamente por Napoleón. Este episodio refuerza la interpretación de que la obra es una sátira sobre la URSS, ya que León Trotsky, considerado un intelectual y líder de la Revolución Rusa, fue perseguido por Stalin, quien se convirtió en el líder de la Unión Soviética.
Bajo el liderazgo de Napoleón, la granja llegó a ser administrada con firmeza y, con el paso del tiempo, la misma comenzó a ignorar los mandamientos y cambiarlos. En la obra, vemos varias críticas a la propaganda utilizada por los regímenes autoritarios para engañar a la población y lo mismo para no darse cuenta de las injusticias que están cometiendo los «dueños del poder». En el libro, la población serían los otros animales, que fueron convencidos por el cerdito Garganta (que representaría los anuncios que la URSS hizo para vender a todos que todo estaba bien) de que estaban en una gran situación y que vivían bajo el régimen que el viejo cerdo Mayor había idealizado.
Con el paso del tiempo, los mandamientos de Rebelión en la granja fueron siendo reescritos y la propaganda del régimen, dirigida por el cerdito Garganta, se encargó de convencer a los animales para que los aceptaran. Un ejemplo de esto es el cambio en el último mandamiento, que llegó a ser: «Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros» (ORWELL, 2015, p. 81).
A lo largo de los años, la vida de los animales en la granja ha empeorado tanto, si no más, que bajo el liderazgo del Sr. Jones. La élite, liderada por Napoleón, dormía en camas, bebía alcohol, comerciaba con granjas vecinas, condenaba a muerte a los opositores y mataba de hambre a los animales. En la práctica, la revolución había sido en vano.
La obra de Orwell se cierra con un pasaje sorprendente. Napoleón y los otros cerdos de élite, incluido el cerdito Garganta, estaban en la casa comiendo y bebiendo con los dueños de las granjas vecinas (todos humanos) y algunos animales fueron a ver la cena a través de la ventana. Orwell escribe: «Doce voces gritaron llenas de odio y todas eran iguales. No había duda, ahora, de lo que había sucedido con el semblante de los cerdos. Las criaturas de afuera miraban de un cerdo a un hombre, de un hombre a un cerdo, y de un cerdo a un hombre otra vez; pero ya había sido imposible distinguir quién era un hombre, quién era un cerdo» (ORWELL, 2015, p. 85).
El trabajo de Orwell es una poderosa crítica de los regímenes autoritarios, especialmente el camino tomado por la URSS. Es intrigante cómo el autor logró, en menos de 100 páginas, crear una sátira accesible a diversas audiencias. Por lo tanto, no es de extrañar que la obra se utilice en clases de literatura en educación primaria, secundaria y superior.
Gabriel Almeida
Licenciado en Administración de Empresas y es el fundador de la iniciativa Economía para principiantes.
Excelente reseña, hace varios años antes del comienzo de la debacle del país, Toro Hardy, cuando vislumbró hacia dónde nos guiaban, dió toda esa explicación en un programa que transmitía por Globovisión los domingos por la noche. Pero como siempre la gente hizo caso omiso. Gracias