Por Nervis Nava
«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley»
El Kybalion
El principio de causalidad es un principio clásico de la filosofía y la ciencia, que afirma, que todo evento tiene una causa y un efecto. Esta ley es a la que le debemos prestar más atención, y la que mejor debemos asimilar, ya que es de ella de donde van a desprenderse las demás leyes y casi toda nuestra vida. Esta ley nos dice “Toda Causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”, y también se conoce como Acción- Reacción, o Boomerang.
No hay efecto sin causa, al igual que no hay estímulo sin respuesta. Este principio se estudia junto con el principio del mentalismo, ya que se ha demostrado el efecto que tienen los pensamientos en los hechos que se desarrollan en la cotidianidad de nuestras vidas, en los diferentes planos, mental, emocional y físico.

“Causa y Efecto”, este axioma hermético está representado por el Arcano de La Rueda de la Fortuna, en el simbolismo del Tarot Egipcio, imágenes pétreas que según, se conservan en la Gran Galería de los Arcanos de la Pirámide de Keops, siendo esta la número 10, y cuya enseñanza hermética dice que en la moral práctica todo cuanto se hace obtendrá su premio o su castigo. El movimiento de la rueda significa el rodar del paso de la existencia terrestre y al detenerse, es la muerte corporal. Su significación en el plano espiritual, es el constante principio que vivifica a todos los seres de la creación; en el plano intelectual a la autoridad gobernante de cada pensamiento; y en el plano físico, la buena o mala fortuna según el entender humano, que no son otros que las consecuencias de nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestras acciones.
“En la vida no hay premios ni castigos; solo consecuencias…”
Todo en el universo está creado por una causa, nada ha nacido de la nada. Todo tiene su causa en el universo, absolutamente todo; todo tiene un “porque” y un “para que”. Para ser feliz, hemos tenido que generar la causa de una correcta aplicación de los Siete principios que rigen el universo…Así con todas y cada de las facetas de nuestra vida. Nada surge de la nada, al igual que ninguna de las personas que habitamos el mundo hemos surgido de la nada.
Cuando se conocen los principios que rigen el universo, comprobamos que todas las apariencias de problemas son responsabilidad nuestra, la falta de dinero, la falta de amor, la soledad, las apariencias de problemas con jefes, con la pareja…Todo, absolutamente todo está en nuestra mente, y lo hemos creado nosotros, por mucho que en estos momentos nuestra mente nos diga que eso no es posible, esta reacción es lógica, nuestra mente lleva toda la vida actuando de una manera, y ahora necesita un tiempo para asimilar, que la responsabilidad es nuestra y de nadie más, lo que ocurre es que es muy común echarle la culpa de nuestra infelicidad o sufrimiento a otras personas, al país, al vecino, al jefe, a la pareja, etc. Sufrimos por falta de conocimiento, por falta de CONSCIENCIA de que nuestra forma de pensar, nuestra forma de sentir, nuestra forma de actuar y nuestra forma de hablar están poniendo las CAUSAS del EFECTO que es nuestra vida.
Si estás causas son negativas, nuestra vida es negativa, pero si en cambio ponemos CAUSAS positivas con nuestros pensamiento, nuestros sentimientos, nuestras acciones y nuestra palabra, por ley de la naturaleza recogeremos EFECTOS positivos, que se traducen en armonía y felicidad para nuestra vida. Por tanto con este conocimiento llegamos a la conclusión, de que para ser feliz no hay que hacer nada, sino dejar de hacer todo lo negativo que habitualmente hacemos.
Dejar de pensar negativamente sobre nuestro futuro, dejar de tener sentimientos negativos y rechazarlos, dejar de hacer el mal y provocar situaciones que puedan perjudicar a otras personas como por ejemplo juzgar o criticar, y dejar de hablar constantemente de forma negativa sobre todo lo que nos rodea.
Si ponemos nuestro esfuerzo en eliminar estos hábitos que tan arraigados tenemos, podremos comprobar la armonización no solo de nuestras vidas, sino del entorno donde convivimos y comenzaremos a experimentar una calma y una paz, que va a minimizar nuestros sufrimientos y a generarnos mejor salud y mejores relaciones.
El ser humano a causa de su poca reflexión y autoanálisis, es el único ser que repite sus anteriores obras; generando con ello todo un ciclo de ondas que le llevan a reproducir una y otra vez las similitudes de los hechos en su vida, siendo que quien cede a los obstáculos a la primera está creando los mecanismos para repetir su debilidad a la segunda, por algo dicen que el ser humano es el único ente vivo capaz de tropezar muchas veces con la misma piedra.
Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela
30 de noviembre de 2019

Es una gran verdad . Debemos trabajar mucho en lo que decimos y pensamos. Comprender que todo lo expresado , sea en voz baja como alta, tiene poder, es energía que viaja y regresa a nosotros multiplicada , e influye en nosotros de manera positiva o negativa.
Gracias por compartir !