SIN SECRETOS – NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 165.
“RELIGIÓN”, se define como un conjunto de creencias religiosas, de normas y comportamientos, de ceremonias de oración o sacrificios, que son propias de un determinado grupo humano y a través de las cuales el hombre reconoce una relación con la divinidad, bien sea con un Dios o varios dioses. Así establecemos entonces que, la religión viene a ser el conjunto de relaciones que el hombre establece entre él y una realidad sobrenatural (divinidad) a la que se siente unido en algún sentido; comprendiendo un conjunto de dogmas que constituyen la base teórica, donde se incluyen las normas de conducta individual y social consideradas necesarias para manifestar el reconocimiento de la superioridad de un culto divino.
El desarrollo de la historia de la humanidad, incluyendo las llamadas a guerras santas, las cruzadas, la inquisición y más recientemente los temas del aborto y la homosexualidad, han sido de gran influencia , no pudiendo negarse la gran verdad de que ciertamente las religiones si tienen el poder de definir el desenvolvimiento de la sociedad, envolviendo en todo ello la discriminación por todas partes del mundo, pudiendo afirmarse con toda certeza que realmente las “religiones gobiernan el mundo”.
En esta conceptualización de “RELIGIÓN”, también se incluye que es un conjunto de principios, creencias y prácticas de las doctrinas religiosas, que incluyen temas de tipo existencia, moral y sobrenatural, basadas en libros sagrados, que unen a sus seguidores en misma comunidad moral; por cuanto algunos tipos de religiones tienen sus bases y fundamentos en corrientes filosóficas, que intentan explicar quiénes somos y por qué hemos venido al mundo, mientras otras se destacan por la Fé y otras por sus enseñanzas éticas; teniendo cada una sus símbolos y emblemas que las identifican y son utilizados por cada uno de sus seguidores.
Bien podríamos decir que todas las grandes religiones son básicamente lo mismo, ya que todas buscan la paz mental y la bondad, pero es muy importante practicar esto en la vida diaria, y no únicamente dentro de los templos y las iglesias.
La idea o concepto de “ESPIRITUALIDAD” es complicado para describir en pocas líneas. En ocasiones se define como la capacidad que tenemos para comprender lo que “somos” y el papel que desempeñamos en el mundo como seres humanos; pero es una descripción que resulta un tanto abstracta, teniendo claro que la dimensión espiritual es genuinamente humana, y la vida espiritual es lo que en cierta forma nos diferencia de otros seres vivos, con los que compartimos la vida biológica; y los humanos tenemos necesidades espirituales relacionadas con preguntas sobre nosotros mismos, como ¿Por qué vivimos? ¿Qué hacemos en este plano? ¿Llevamos una vida correcta? Y vivimos en una constante pregunta sobre qué sucede al morir, y cómo seremos recordados.
En esos términos parece más sencillo analizar la idea de la “no espiritualidad”, así como las consecuencias de llevar una vida desenfrenada, poco organizada e irreflexiva, llena de superficialidad, poco centrada en lo importante y dejando pasar los años sin la oportunidad de centrarnos en lo que realmente somos y queremos ser. Aunque muchas personas se lamentan de llevar una vida azarosa que llevan con gran sentimiento de vacío y desasosiego, por cuanto no son capaces de encontrar la paz interior, llevando con esa actitud solo infelicidad e insatisfacción.
Sin embargo está demostrado que para nuestro crecimiento personal y evolución espiritual, para ser mejores con nosotros mismos y nuestro entorno, nos ayuda a encontrar bienestar en este sentido, la “ESPIRITUALIDAD”, teniéndola como un camino para combatir la insatisfacción humana, ya que dentro de ella se buscan experiencias que hagan que nuestra vida tome otro sentido, buscando alternativas para llevar el vacío interior, contribuyendo a nuestra felicidad y a nuestra evolución interna, por cuanto se dice, que somos seres humanos buscando alcanzar una evolución espiritual.
¿CÓMO CULTIVAR Y EN QUÉ AYUDA LA ESPIRITUALIDAD?
Está claro que no todas las personas sienten la necesidad o la inquietud de cual actitud asumir en su forma de vivir y superar los obstáculos, lo que en todo caso para mi, no tiene sentido llevar una vida creyendo que la misma termina con la muerte, que luego del último aliento todo termina; ¿y eso que nos mantenía con vida a dónde va luego de ese último suspiro?
La espiritualidad y la contemplación interior contribuyen a contextualizar nuestro comportamiento y transcurrir de la vida desde una perspectiva más amplia, dándole valor a nuestro camino; encontrando en nuestra dimensión espiritual un sentido más real a lo que significa “la verdad”, el bien y la belleza. La ESPIRITUALIDAD, nos permite tomar distancia para contemplar y comprender el mundo, así como la verdadera esencia de todas las cosas.
Cuando se asume un camino de espiritualidad, ello nos ayuda a trascender la individualidad, para ser capaces de observar nuestro entorno de manera desinteresada y poder actuar conforme a nuestros valores; por cuanto a través de la espiritualidad se transita por los ámbitos filosóficos, religiosos y psicológicos, que son los temas que nos ayudan a entender el significado de la vida, la trascendencia y la condición humana; orientándonos y cultivándonos por dentro para ser mejores humanos y personas más coherentes y felices.
La dimensión espiritual de la vida siempre está presente, pero no todos somos capaces de verla y percibirla, debemos ser plenamente conscientes del momento presente y permanecer en estado de gratitud por ello, abrazar los dones de la vida y buscar satisfacción en el servicio de los mismos; y para ello debemos escuchar la voz que existe dentro de nuestro ser y confiar que es la conciencia de Dios la que nos guía y no el ego en busca de reconocimiento. Comenzar un viaje espiritual radica en la decisión de escuchar nuestra voz interna; y al permitir que nuestro corazón nos guie se descubre que ese es el camino y el destino se torna más claro, al perder la carga del ego y se descubre la alegría de la libertad espiritual.
Religiosamente fuimos “adoctrinados” en unas creencias que, con el tiempo, fuimos comprendiendo que las ideas sobre la muerte no son totalmente ciertas; somos seres espirituales en evolución y estamos aquí viviendo una experiencia humana, para aprender de todas y cada una de las vivencias que se nos presentan, que somos parte de una naturaleza cósmica y divina, que no son para terminar en una tumba.
Las grandes tradiciones espirituales siempre han dicho que la muerte no es el final, todas transmiten una continuación de la vida, lo que le infunde un sentido sagrado a esta vida que llevamos ahora; sin embargo y a pesar de las enseñanzas la sociedad moderna es un desierto espiritual en el que es mucha la gente que piensa que esta vida es lo único que existe, aun cuando son múltiples los testimonios de existir una vida más allá de lo que conocemos como “muerte”; deberíamos de ocuparnos de prepararnos para vivir de forma tal, que al momento de partir, llevemos con nosotros lo mejor que hayamos podido vivir y dejar lo que mejor que hayamos podido dar; porque en ese vivir con principios espirituales, más no religiosos, harán más comprensibles al momento de superar esas experiencias, y tomando conciencia de que son ellas las que viajarán a esa otra dimensión, de la que un día partimos y debemos regresar; es Ley de Vida.
Es momento de comenzar a sentir la fragilidad de la vida, para comprenderla, y no enredarnos en una existencia sin prestar consideración al sentido profundo de la vida. Nuestra tarea consiste en encontrar un equilibrio, buscar un camino y aprender a no volcarnos en preocupaciones y actividades accidentales, sino a simplificar nuestra vida cada vez más, y la clave para ello es encontrar un equilibrio dentro de llevar una vida plena de sencillez, porque de allí surge la paz mental, donde podemos disponer tiempo para dedicarle espacio a las cosas del Espíritu, y al conocimiento que solo dentro de la verdad espiritual es donde puede encontrarse la ayuda para encontrar paz a la hora de enfrentar la muerte; sería bueno preguntarnos eventualmente, ¿Qué he logrado realmente con mi vida? ¿Qué me llevaré al traspasar el umbral?
NAGUANAGUA – ESTADO CARABOBO – VENEZUELA