JULIO CÉSAR ARREAZA – EL CANDIL – AÑO V – N° 232.-
Los estadistas dan tono y rigor a la lucha contra el totalitarismo. Sin falsos atajos ni señuelos que conducen a frustraciones sucesivas. El vacío continúa, con las familias divididas y desgarradas, que hace el desgaste más fuerte.
En medio de un “sálvese quien pueda” impuesto por las terribles condiciones que dificultan al extremo, para la mayoría, una vida digna de ser vivida, se trata de ir formando a un ciudadano que deje de ser el hombre-corcho, que flota en los tremedales de la ignominia, sino un ciudadano crítico y capaz que piense por sí mismo, que tenga la primera y última palabra. Hay que superar el “sisífismo” del militante-masa, que no discierne sobre el sentido de su vida en libertad.
Nadie es lo que parece ser en un entorno totalitario, en el que abundan los infiltrados, corrompidos por dinero y presión. La naturaleza del régimen es violar las garantías. El Estado de Derecho, entiéndase bien, es la precondición de la democracia.
Requerimos máximo esfuerzo de comprensión para calibrar correctamente la realidad, para hacer la diferencia con quienes calibran mal al entorno totalitario y a su comparsa colaboracionista.
Hacer ruptura franca con la corporación criminal y no hacerle el juego en su cancha, con sus reglas, siempre sobrevenidas y arbitrarias, para mantenerse en el poder. Jamás validaremos a los pranes de uno y otro lado.
Apoyamos el desafío de las primarias de la gente, con reglas limpias y claras. Sirven para jubilar a una dirigencia fallida que ya no representa a nadie. Con esos sujetos no se cuenta para desalojar a la usurpación. Ellos no quieren ni pueden encarar a un régimen que viola sistemáticamente los derechos humanos. Esos despojos políticos incumplen sus compromisos. El rigor de la lucha contra el totalitarismo no se puede adelantar con ellos.
Con la elección del liderazgo del coraje apartaremos a los que llevan 25 años de fracaso en fracaso y son satelitoides del latrocinio imperante. Ese liderazgo se auto destruyó por corrupción y hoy constituyen el bagazo de la política.
Somos parte de occidente y queremos reinsertarnos, para salir adelante como país, y abandonar el círculo vicioso chavista que nos condujo a la miseria de Cuba, que a la vez tiene como dueño a China, siendo su meta acabar con occidente. Es contra natura, para nosotros, ir en contra de Europa y los Estados Unidos.
La unidad de criterio es para alcanzar el objetivo de superar para siempre esta circunstancia totalitaria.
Hay que hacer ruptura con el liderazgo conspicuo que tuvo su momento y lo desperdició y mezquinamente se alían en un frente “tocoma”, todos contra el liderazgo del coraje, que tiene a la gente entusiasmada. Fuera el restacuerismo político.
El espacio ciudadano es para articular acciones a favor del bien común y de la libertad. Esta es la política que promovemos creando conciencia cívica.
No estamos en democracia y por eso la importancia de realizar las primarias de la gente. Para ponerle fin a la larga pandemia autoritaria. Se cierra un ciclo infausto.
¡Libertad para Javier Tarazona, Emilio Negrín y John Álvarez.! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!
Julio César Arreaza
Abogado, ex secretario del Consejo de Ministros. Se desempeñó en el área Legal y de Asuntos públicos de la antigua PDVSA. Actualmente preside el Consejo Consultivo del Centro Popular de Formación Ciudadana.