SIMÓM PETIT ARÉVALO – EL CANDIL – AÑO IV – N° 173.
La velocidad a la que se derrite el hielo del Antártico ha aumentado. El nivel del mar, según las estimaciones de Naciones Unidas, progresivamente alcanzará 1,4 metros más del que en la actualidad tiene para el 2100.
El escenario que ya maneja el catedrático español de Ingeniería Hidráulica, Marítima y Ambiental, Agustín Sánchez-Arcilla, con su equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña, informa que el nivel del mar aumentará 1,8 metros, desapareciendo así de un plumazo en el mapa ibérico el dibujo de varias regiones de la costa española como El Delta del Ebro, el aeropuerto del Prat, las playas de Cádiz o de Castellón, entre otras. Las administraciones estudian medidas para frenar lo que parece inevitable y desde el 2021 hasta el 2030 está un proyecto de reubicación para las ciudades y familias a otros espacios más seguros.
Esto siempre se ha dicho. El cambio climático obedece, fundamentalmente, al efecto invernadero. Es curioso como la mayoría de los países europeos y otros que se han sumado a la recuperación del planeta con otras formas de producción de energías limpias, dan como fecha tope de cero emisiones de carbono el 2030. Y por ello es que presenciamos más que antes el proceso acelerado de desarrollar nuevas energías que sustituyan parcialmente y en el pronóstico más cercano el combustible fósil.
Todo este escenario también conlleva a convenir y pactar política y económicamente entre gobiernos, corporaciones y grandes empresas el desembolso de una gran inversión, por supuesto, con retorno en el futuro mediano de la misma, a través de la energía solar, la eólica, la mareomotriz, la undimotriz, la hidráulica, la geotermia y otras fuentes, para que podamos seguir con nuestra cotidianidad sin perder las facilidades y comodidades que hasta la fecha tenemos.
Hay grandes avances al respecto y lo que aspiramos, precisamente, es vivir en un planeta más limpio y menos contaminado en su ambiente. Sin embargo, también sabemos que cada fuente que suministre esa energía limpia dependerá por ejemplo múltiples factores, en el caso de la eólica, que tengamos vientos constantes, que en el mar siempre existan las corrientes submarinas y el oleaje continuo para consolidar la energía undimotriz y mareomotriz.
Que siempre tengamos sol y no un cielo nublado para aprovechar el almacenamiento de la energía solar, y que no se sequen los ríos ni las represas para la energía hidráulica. Esto entre otras cosas. Y para ello debemos tener no solo conciencia sino actitud ciudadana para el futuro.
También desde hace algunos años se ha trabajado en la geotermia. De ella poco se habla; pero ahora comienzan a asomarse proyectos que se están realizando en al menos 14 países. El uso de la geotermia básicamente es para la generación eléctrica; pero también para el aprovechamiento del calor en las regiones con bajas temperaturas.
La energía geotérmica? es una energía renovable? que se obtiene mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra que se transmite a través de los cuerpos de roca caliente; o conducción y convección, donde se suscitan los procesos de interacción de agua subterránea y rocas, dando origen a los sistemas geotérmicos. Y para poder obtenerla existen cuatro tipos de yacimientos geotérmicos a saber: de agua caliente, secos, los géiseres y los de vapor seco.
En una futura oportunidad escribiré con más detalles sobre esto. Por el momento lo que puedo decir, es que este tipo de extracción es tan voraz como la del petróleo y gas, por los daños causados al ambiente y a las capas de la Tierra. Como referente tomo un diálogo de la película de Supermán donde Jor – El, padre de Kal – El (Superman & Clark Kent) expone ante el consejo supremo de los sabios de Krypton que el planeta explotaría en las próximas horas por haber utilizado como fuente de energía el núcleo del mismo para la subsistencia, lo cual causó el desequilibrio entre las placas tectónicas y capas y en consecuencia sobrevenía el cataclismo natural. Por supuesto, esto es una película y es la opinión de un dialoguista. Sin embargo, existe la preocupación por el desarrollo de este tipo de energía, sobre todo en Centroamérica que, literalmente, es un volcán.
Sea como se presente el futuro, lo alentador en este caso es que cada día se suman voluntades para preservar y cuidar el planeta ante una devastación que podamos causar como consecuencia de nuestras acciones. Por eso se insiste en que las nuevas energías son la esperanza y el futuro de un mundo más habitable y seguro del mismo.